martes, 22 de octubre de 2013

Christian Grey se ha colado en el cajón de las braguitas

Todos y cada uno de nosotros conocemos sobradamente la saga que se ha convertido en el best seller de este año y del pasado (Y como siga así la cosa, del venidero): La trilogía 50 sombras de E.L. James.
Algunos no la habrán leído, pero creo que la mayoría de mujeres responderá que sí, incluso una servidora, que por el momento, ha conseguido llegar hasta el segundo volumen y más por curiosidad que por el "nutrido" argumento de la obra. 

Pero bueno, vamos al turrón, pues de lo que quiero hablar hoy es de la influencia que esta conjunto de novelas está teniendo en la vida diaria de las mujeres (Y de los hombres que se vena afectados en el camino.

Partiendo del primer estado, lo que viene a ser la lectura, pues no es de extrañar ver a mujeres de diversas edades abstraídas entre sus páginas en el autobús, mientras se ruborizan o se muerden el labio (Es muy divertido cuando miran a su alrededor para que nadie sepa lo que están leyendo, señora, las tapas). Bien, esto ha delimitado los hábitos de lectura de muchas personas a la par que ha puesto de moda el pseudo sadomasoquismo en el mundo literario, pues cada día me encuentro más novelas en las estanterías con una portada que imita el mismo corte y con una temática... ¿Grotesca?

Por otro lado, según estudios, telediarios y revistas, la lectura del Grey ha aumentado las ventas de juguetes eróticos, lencerías finas, y artilugios propios de prácticas más extremas (Y tan extremas que el desconocimiento ha llevado a que palme gente en el intento). Realmente es un poco triste que un millonario bipolar y una graduada que necesita una cucharada de personalidad sean los que hayan incitado a las mujeres a desenvolverse con mayor libertad en la cama. 
Además ¿Qué les ha dado de repente? ¿Por qué antes miraban con desagrado las fustas y ahora quieren que les zurren con el cinturón? Insisto, me parece muy triste.

Pero vamos a lo que nos ocupa y de lo que trata este blog, pues como bien indica el título, ahora el Grey nos guía a la hora de escoger la ropa interior, y con esto me refiero a algunas de las prendas de la colección de Intimissi, que más parecen sacadas de los arneses y las cuerdas del bondage.


No se puede negar que a algunas les parecerán bonitas, otras se las pondrán para sentirse Anastasias de la vida (Incluso para sorprender a su marido, aunque él no sepa de que va la cosa), pero ¿Realmente pretenden que nos pongamos esto a diario? Porque por el precio, como para no hacerlo...
Me sorprende mucho que repentinamente las mujeres encuentren este estilo como bello y apetecible a la hora de llevarlo (Quiero decir, que si los sacan a la venta, será por algo), al igual que el hecho de incluir arneses y movidas por el estilo, cuyo aspecto no critico, sino que lo que pretendo resaltar es lo que ha llevado a la creación de esto: el señor Grey.

Bueno, al menos las mujeres que de verdad gusten de estas prácticas, tendrán material barato.

martes, 1 de octubre de 2013

PUNK CHAOS TO COUTURE…or CULTURE?




                      “El punk es la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales.”
                                                             (Greg Graffin, Bad Religion)



 El punk fue un movimiento surgido en torno a 1970, en realidad fue el núcleo de surgimiento de una ideología cuyos seguidores no estaban en absoluto de acuerdo con el sistema y las sociedades actuales, y por ello como un grito de rebeldía intentaban provocar , molestar , hacer chirriar aquel “todo” para rayar la aparente perfección que no era tal, todo esto terminó por asociarse a movimientos de carácter político revolucionario , y todo ello comenzó por la música.

 Considerando que las anteriores salidas fuera de molde de las sociedades contemporáneas, como el rock de tiempos de los Beatles, habían pasado a ser un mero calzador utilizado por las mismas , decidieron dar una vuelta de tuerca más, abanderados por bandas musicales tan conocidas como Sex Pistols o The Clash (cuya canción London Calling será conocida por más de uno y de dos).

Hagamos un salto temporal , gala MET , 2013, Nueva York. Para quien no lo sepa la gala MET (Costume Institute Gala)  se trata de un evento que celebra la apertura de la exhibición anual de moda del Costume Institute integrado dentro del Museo Metropolitano de Nueva York, y no hace falta decir que a ella acude la crème de la crème hollywoodiense, y las top divas más solicitadas del panorama musical actual, algo que no me extraña teniendo en cuenta que los precios para la entrada del MET se calibran con cifras escalofriantes de 5 000 a 250 000 dólares, vamos , como ir un miércoles al cine.  En dicho acontecimiento, sorpresivamente en el año 2013 parecían que las estrellas más en el candelero decidieron ponerse de acuerdo y aparecer de esta guisa…

Cómo no... Miley Cyrus de Marc Jacobs

Nicole Richie y su tinte gris

Cara Delevigne de Burberry...

Sarah Jessica Parker con tocado-cresta de Phillip Treacy


… Parece que el punk caramelizado de manos de Versace o Moschino había pasado a ser lo más trendy después de inundar las pasarelas anteriormente a base de tartán, tachuelas (Saint Laurent y Aquilano Rimondi AW13) combinados con las medias plumetti que parecían poner una excusa de romanticismo al supuesto look punk-grunge, como han querido llamarle, aunque en base una cosa y otra son bastante diferentes.

La causa, el leitmotiv que ya se venía abanderando en lontananza para la gala MET, y que a su vez era la temática de la exposición del Costume Institute para el 2013: “Punk chaos to couture” , que analizaría el impacto de la estética punk desde 1970 hasta la actualidad. ¿Queríais saber por qué la nueva colección otoño-invierno de Zara está llena de camisas a cuadros salpicadas con cuellos bobo?, ¿queríais saber por qué han seguido la misma estela en Mango aun reticente a abandonar la estética oriental y haciendo un cocktail de lo más bizarro? , ¿por qué ha sucedido lo mismo en Zara, o incluso en las faldas colegiales al más puro Britney Spears style de Primark? , he ahí la respuesta: Punk chaos to couture. 

 Sin embargo ahora me pregunto, ¿no es suficiente la difícil situación actual, que los verdaderos punks hubieran denunciado de formas más o menos explícitas, como para que la moda frivolice de esta manera con lo que en un principio derivó en un movimiento de tamañas características?.  El término punk viene a significar algo así como desagradable o sucio, adjetivos que difícilmente alguien se atrevería a aplicar a divas de la talla de Sarah Jessica Parker o Miley Cyrus, aunque esta última después de su movimiento hipnotizador de caderas tal vez podría merecerse alguno de esos calificativos cuando en los MTV  Awards apareció haciendo gala de esa actitud rebelde que parece estar tan de moda rozando peligrosamente la raya entre rompedor y patético … y más bien , según la prensa y las reacciones sociales, llegando a este último punto. Creo que los punks hubieran tenido algo que opinar de algo así… aunque no sé si le hubiera gustado saberlo…

 




Próximamente… ¿qué hacen estas flores en mis cuadros?...

jueves, 5 de septiembre de 2013

La nueva Odisea: Ir de compras

El hecho de ir de comprar y recorrer los grandes almacenes cargadas de bolsas de diversas tiendas es un pasatiempo que normalmente se le ha atribuido a las mujeres, o al menos lo ha sido, pero tiempo hace (Más bien hace una temporada) que ha pasado a convertirse en una actividad desgarradora, me explicaré: 

Partiendo del inocente paseo por las calles/pasillos de unos almacenes deteniéndote en escaparates que deberían mostrar las mejores galas de los susodichos establecimientos que han pasado a mostrar maniquíes escurridos con pestañas postizas más abajo de lo normal, pelucas de colores que les cubren la cara ya que están mal colocadas (Aunque de una fascinante buena calidad) y cuadros, y flores, combinaciones de cuadros y flores. Pero vaya una coincidencia, unas botas se salvan, una chaqueta que se pueda llevar por separado o esa mera curiosidad de que vas a encontrar por las calles de tu ciudad. 

Nos aventuramos entre percheros y telas muy poco apropiadas para el cierzo zaragozano, camisetas oversize (Vamos, que son mucho más grandes de la cuenta) cosidas de tal forma que parece que el señor o señora a la máquina sufra una tremenda miopía; pantalones que son demasiado altos y en consecuencia demasiado cortos, de estos que te dejan el tobillo al aire pero valen igual que unos pantalones normales y corrientes (Señores, quiero mi cacho de tela restante); faldas que mezclan algodón y polipiel, inquietante combinación, cuanto menos; y lo más absurdo de todo, jerseys de cuello alto ombligueros. Y cuadros, y flores, y cuadros, y carpas, y flores, y cuadros... ¿Eso son rayas? ¿Estrellas en las zapatillas por fuera y rayas por dentro para que sientas la bandera de EEUU a tus pies? (Me sé yo que esto no les haría demasiada gracia a algunos americanos).
Adentrarse a los probadores es todo un reto, ya no sólo por esa interminable fila compuesta por adolescentes hormonadas cargadas de crop tops y pantalones sobaqueros de los que se llevan ahora (¿Sabéis, sería mucho más rentable que el trozo que sobra por arriba se lo pusieran por abajo? Una que está cansada de ver culos...), mismo pelo y ese repelente gesto de echárselo para atrás cual anuncio de Pantene venido a menos. Antes, por supuesto, habrás tenido que encontrar tu talla, y ten cuidado, porque en Zara igual te vale una 38, que será una 40 en Stradivarius y una 42 en Berskha, acierta tú en esta ruleta rusa de las medidas. Con el calzado, por lo menos, suele ser siempre la misma talla, pero guarda tus tobillos de los tacones de alturas vertiginosas o de las botas con aperturas fuera de lugar que pueden valer incluso más que una pieza entera (me gustaría saber qué se le pasó por la cabeza al señor Balenciaga).

Pagar ya es otra historia, ya que tu cartera se vacía a pasos agigantados por un par de prendas de lo más básicas (¿Quizás algo de cuadros, unas flores?) que te ha costado la vida encontrar entre toda esa parafernalia que lucen nuestras adolescentes junto a sus amigas (Parecen un ejército de niñas malotas). 

Suspiras tranquila, la aventura ha tocado a su fin, tú te has comprado unos pantalones vaqueros y una camisa y ellos se han embolsado 40 € y un poco de tu autoestima. Gracias por su visita.